Bobby Kotick seguirá siendo el CEO de Activision Blizzard hasta finales de 2023

Bobby Kotick seguirá siendo el CEO de Activision Blizzard hasta finales de 2023

Bobby Kotick, el director ejecutivo de Activision Blizzard, una de las empresas más prominentes en el mundo de los videojuegos, ha anunciado su decisión de mantenerse en su cargo, a pesar de las crecientes presiones derivadas de las acusaciones de acoso y abuso que han sacudido a la compañía. Esta noticia ha desencadenado un debate en la industria del videojuego y entre los trabajadores de la empresa. En este artículo, analizaremos la situación actual y las implicaciones de la negativa de Kotick a dimitir como CEO.

Casi dos años después de que se anunciara el acuerdo, el viernes Microsoft cerró finalmente su fusión de 68.700 millones de dólares con Activision Blizzard.

Kotick reportará al jefe de juegos de Microsoft, Phil Spencer.

“He dicho desde hace tiempo que estoy totalmente comprometido con ayudar en la transición”, dijo Kotick en un correo electrónico a los empleados de Activision Blizzard hoy.

“Phil me ha pedido que me quede como CEO de ABK, reportándole a él, y hemos acordado que lo haré hasta finales de 2023. Ambos esperamos trabajar juntos en una integración fluida para nuestros equipos y jugadores”.

Bobby Kotick y el escándalo:

Kotick ha estado al mando de Activision Blizzard desde 1991, supervisando el desarrollo y la publicación de exitosas franquicias de videojuegos como Call of Duty y World of Warcraft. Sin embargo, recientemente, su liderazgo ha sido cuestionado debido a las revelaciones de una investigación del Wall Street Journal que arrojaron luz sobre su conocimiento de las denuncias de acoso y abuso dentro de la empresa a lo largo de los años, sin informar al consejo de administración.

Las acusaciones:


Según el informe, Kotick intervino para proteger a un alto directivo acusado de acoso sexual y llegó a acuerdos extrajudiciales con mujeres que lo demandaron por despidos injustificados o discriminación. Estas acusaciones provocaron una protesta de los trabajadores de Activision Blizzard, con una huelga el 17 de noviembre, respaldada por el grupo ABK Workers Alliance, que representa a los empleados de la empresa.

Presiones para la renuncia:


Además de los trabajadores, inversores y accionistas de la empresa también han expresado su preocupación por la gestión de la crisis por parte de Kotick. La firma CtW Investment Group, que representa a los fondos de pensiones de los trabajadores, afirmó que Kotick había “perdido la confianza” de los inversores y que su permanencia obstaculizaba la recuperación de la empresa.

El respaldo del consejo:


A pesar de la creciente presión, el consejo de administración de Activision Blizzard emitió un comunicado en el que expresaba su “apoyo total” a Kotick y su compromiso con un entorno de trabajo seguro e inclusivo. Kotick también se defendió en una carta a los empleados, calificando el informe del Wall Street Journal como “inexacto y engañoso” y prometiendo mejorar la cultura de la empresa.

Medidas anunciadas por Kotick:


Como parte de sus esfuerzos para abordar el escándalo, Kotick anunció medidas que incluyen la contratación de una nueva directora jurídica, la revisión de denuncias pasadas y presentes de acoso o discriminación, y la creación de un comité del consejo para supervisar iniciativas de diversidad e inclusión. Kotick también declaró su intención de permanecer como CEO hasta finales de 2023, cuando expira su contrato actual.

Reacciones en la industria:


La decisión de Kotick ha dividido opiniones entre los trabajadores, jugadores y la industria del videojuego. Algunos elogian sus logros en la compañía, mientras que otros critican su falta de responsabilidad y exigen su renuncia inmediata.


El escándalo en Activision Blizzard, que se remonta a julio de 2021, ha tenido un impacto significativo en la empresa y en la percepción de la industria del videojuego. La negativa de Bobby Kotick a renunciar como CEO plantea preguntas importantes sobre el futuro de la compañía y la capacidad de recuperación de su reputación en un sector que se esfuerza por abordar problemas de acoso y discriminación. La situación continúa siendo un tema de discusión candente en el mundo de los videojuegos y sigue evolucionando.

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