
Si hay una serie de videojuegos que se ha convertido en sinónimo de música, esa es Tony Hawk’s Pro Skater. Aunque títulos como Wipeout, FIFA o Grand Theft Auto tienen bandas sonoras memorables, ninguno ha marcado tanto la cultura musical de varias generaciones de jugadores como esta saga de skate.
El origen de una banda sonora inolvidable
En 1999, cuando Tony Hawk’s Pro Skater llegó a PlayStation y Nintendo 64, no existían plataformas como Spotify o YouTube que permitieran descubrir música al instante. Para millones de jugadores, los niveles de Warehouse, School o Roswell fueron el primer contacto con géneros como el punk, ska, hardcore y hip-hop.
Canciones como Superman de Goldfinger o Police Truck de Dead Kennedys se grabaron a fuego en la memoria colectiva gamer, convirtiendo cada partida en una puerta de entrada a nuevas bandas.
Y es que, como bien dijo un representante de Motörhead, estos juegos “no son solo entretenimiento; son auténticos educadores musicales”.
Evolución de los sonidos: de lo clásico a lo contemporáneo
Aunque los primeros juegos de Tony Hawk’s Pro Skater apostaron principalmente por el punk y el hardcore, las entregas posteriores, como THPS 3 y THPS 4, expandieron el espectro sonoro incluyendo rap, funk y hard rock. Esta evolución reflejaba la diversidad de la cultura skate y el gusto musical de los propios jugadores.
Los recientes remakes —Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 y el más reciente Tony Hawk’s Pro Skater 3+4— han mantenido esa esencia mientras incorporan nuevas propuestas. Así, artistas actuales como Jeff Rosenstock, End It y King Gizzard & the Lizard Wizard conviven con clásicos como Motörhead, CKY o Bodyjar.
¿Por qué la música de Tony Hawk es tan influyente?
Lo que distingue a la saga de otros videojuegos deportivos es que su música siempre ha tenido un propósito: capturar la esencia de la cultura skate. Cada tema servía de telón de fondo para las acrobacias imposibles y la sensación de libertad.
Para muchos músicos, aparecer en un Tony Hawk’s Pro Skater significó un punto de inflexión en su carrera. Chad Ginsburg de CKY confesó que “toneladas de fans nos descubrieron gracias al juego”. Por su parte, Jeff Rosenstock recordó que pasaba horas en su habitación con la N64 escuchando Dead Kennedys, mientras soñaba con tener su propia banda.
Los artistas que definen la nueva generación
La selección musical de Tony Hawk’s Pro Skater 3+4 no solo rinde tributo al legado de la saga, sino que da voz a proyectos emergentes. End It, por ejemplo, considera que su inclusión en el remake es “un sueño hecho realidad”. Otros, como Starcrawler, lo ven como un premio a años de pasión y trabajo.
También hay historias que trascienden fronteras: The Saint Cecilia, desde Costa Rica, celebró la noticia junto a toda su escena local de skate, sintiendo que su música será parte de algo más grande.
La fuerza de esta saga radica en que, más allá de la nostalgia, sigue inspirando. Tanto si descubriste Ace of Spades de Motörhead en 2001 como si hoy escuchas HEAD de Jeff Rosenstock mientras practicas un kickflip virtual, el efecto es el mismo: la música y el skate siguen caminando de la mano.
Tony Hawk’s Pro Skater no solo ayudó a definir el sonido de una generación: sigue siendo un faro que conecta a nuevos jugadores con artistas y estilos que quizá nunca habrían encontrado por su cuenta.