
«Springsteen: Deliver Me From Nowhere» ofrece una mirada contra intuitiva a la carrera de Bruce Springsteen, centrándose no en su ascenso al estrellato sino en su crisis creativa y personal previa a la creación de su seminal álbum «Nebraska». Con Jeremy Allen White como The Boss, la película evade muchos de los clichés del género biográfico musical, aunque no logra escapar de todos ellos.
La cinta, dirigida por Scott Cooper y basada en el libro de Warren Zanes, se enfoca específicamente en el período entre 1981 y 1982, cuando Springsteen, tras el éxito comercial de «The River», se retiró a una casa alquilada en Colts Neck, Nueva Jersey, para crear lo que se convertiría en uno de los trabajos más oscuros y aclamados de su carrera .
Un héroe roto en la encrucijada
Jeremy Allen White interpreta a un Springsteen atormentado, alejándose de los reflectores para sumergirse en una crisis existencial que daría forma a «Nebraska». La película retrata al músico lidiando con sus demonios internos – la relación con su padre alcohólico y abusivo (Stephen Graham), su creciente depresión y la presión de una discográfica que esperaba otro éxito comercial .
El enfoque limitado temporalmente es a la vez la mayor fortaleza y debilidad de la cinta. Por un lado, evita la naturaleza sobrecargada típica de las biografías artísticas. Por otro, lucha por mantener la tensión dramática a lo largo de sus 119 minutos, especialmente en una primera hora que roza peligrosamente los clichés del género .
El arte versus el comercio
El conflicto central gira en torno a la decisión de Springsteen de lanzar las demos caseras de «Nebraska» -grabadas en un TEAC 144 de cuatro pistas en su dormitorio- en lugar de las versiones de estudio grabadas con la E Street Band . Esta elección artística, que desafió las expectativas comerciales, es presentada como un acto de preservación creativa.
La película explora elegantemente la paradoja de que estas grabaciones lo-fi, que el productor Brian Eno llamaría «el sonido del fracaso», terminarían convirtiéndose en uno de los álbumes más influyentes e icónicos de Springsteen . En una escena destacada, vemos el desafío técnico de transferir el sonido crudo de la cinta casera al formato vinilo, un proceso que preservaría la esencia haunting del álbum .
Actuaciones notables en un terreno complejo
- Jeremy Allen White ofrece una interpretación internalizada y soulful de Springsteen, evitando la mera imitación para capturar la esencia del artista en crisis. Su destreza al interpretar las canciones -que aprendió desde cero para la película- es notable, aunque son sus momentos más silenciosos los que realmente destacan .
- Jeremy Strong como Jon Landau, el gerente y productor de Springsteen, representa el contrapunto racional al caos creativo del músico. Su relación ofrece un retrato conmovedor de lealtad y comprensión creativa, aunque algunos críticos encontraron que el personaje ocasionalmente cae en la exposición forzada .
- Stephen Graham brilla en el rol limitado pero crucial del padre de Springsteen, evitando caricaturas para ofrecer un retrato matizado de un hombre atormentado por sus propios demonios .
Entre la autenticidad y la licencia dramática
La película se enorgullece de su autenticidad, desde las locaciones en Nueva Jersey hasta el equipo de grabación de la época. El propio Springsteen visitó frecuentemente el set y ha apoyado abiertamente el proyecto . Sin embargo, toma libertades significativas, particularmente en la creación del personaje de Faye Romano (Odessa Young), una camarera y madre soltera que representa un interés amoroso compuesto de varias mujeres en la vida de Springsteen en ese momento .
Esta elección narrativa resulta problemática para algunos críticos, ya que la relación ficticia ocupa un espacio significativo en una película que por lo demás se presenta como verídica . Además, las secuencias en blanco y negro de la infancia de Springsteen, mientras que visualmente efectivas, recurren a un dispositivo familiar en el género .
Recepción crítica dividida
La película ha generado reacciones encontradas entre la crítica especializada:
Tabla de recepción crítica de «Springsteen: Deliver Me From Nowhere»
Un legado complejo
«Deliver Me From Nowhere» se destaca por su tratamiento sensible de la salud mental, mostrando a Springsteen en su «primera crisis nerviosa» y su posterior búsqueda de ayuda profesional . Esta vulnerabilidad resulta refrescante en un género típicamente enfocado en el exceso y la autodestrucción.
¿Vale la pena verla?
«Springsteen: Deliver Me From Nowhere» es de alcance limitado y carece del drama intenso típico de las biografías artísticas, pero como estudio de personaje de un artista que intenta encontrar su verdadero yo antes de que el mundo de la fama lo engulla, la película de Scott Cooper y la actuación de Jeremy Allen White, digna de premios, hacen justicia a The Boss.








