La FTC avanza con su desafío interno al acuerdo entre Microsoft y Activision Blizzard
La Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) ha reanudado su caso administrativo contra la propuesta de adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft, una de las mayores operaciones de la historia de la industria de los videojuegos. La FTC alega que el acuerdo de 69.000 millones de dólares, el más grande de Microsoft y el más grande de la industria de los videojuegos, permitiría a Microsoft suprimir a los competidores de sus consolas Xbox y de su negocio de suscripción de contenidos y juegos en la nube.
El caso de la FTC se había suspendido temporalmente después de que un tribunal federal de Estados Unidos desestimara una demanda de la agencia para bloquear el acuerdo el pasado julio. La FTC apeló la decisión del juez, pero el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito denegó la solicitud de la agencia de detener el acuerdo mientras se resolvía la apelación. Sin embargo, la FTC tiene la autoridad para impugnar las fusiones en su propio foro administrativo, independientemente de los tribunales federales.
Según la “Orden de devolución del asunto a la adjudicación” publicada por el regulador y firmada por su secretaria April J. Tabor, la FTC considera que “el interés público exige que este asunto se resuelva de forma completa y expedita”. Una audiencia probatoria está prevista para el 2 de agosto de 2023 a las 10 a.m. ET ante un juez de derecho administrativo en la sede de la FTC en 600 Pennsylvania Ave. N.W., Sala 532.
Microsoft y Activision Blizzard han defendido su acuerdo, argumentando que beneficiará a los jugadores, a los desarrolladores y a la industria en general. Ambas compañías han afirmado que el acuerdo no plantea problemas de competencia, ya que el mercado de los videojuegos es amplio y diverso, y que hay muchos otros competidores que ofrecen consolas, servicios de suscripción y juegos en la nube.
El acuerdo entre Microsoft y Activision Blizzard es uno de los varios que la FTC está investigando como parte de su esfuerzo por frenar el poder de las grandes empresas tecnológicas. La presidenta de la FTC, Lina M. Khan, ha sido una crítica vocal de las prácticas anticompetitivas de las empresas tecnológicas y ha abogado por una mayor supervisión y aplicación de las leyes antimonopolio.
