El 4 de abril de 1975 marcó un hito en la historia de la tecnología y la informática: la fundación de Microsoft por Paul Allen y Bill Gates. Este evento no solo cambió el curso de sus vidas, sino que también transformó la manera en que el mundo utiliza y comprende la tecnología.
Microsoft, cuyo nombre proviene de la combinación de las palabras “microordenador” y “software”, comenzó su andadura en Albuquerque, Nuevo México, y posteriormente trasladó su sede a Redmond, Washington. Desde sus inicios, la empresa se ha dedicado al desarrollo, fabricación, licencia y producción de software para equipos electrónicos, destacando entre sus productos el sistema operativo Microsoft Windows y la suite Microsoft Office.
La visión de Allen y Gates llevó a Microsoft a convertirse en una empresa multinacional con una presencia dominante en casi todos los ordenadores personales del mundo. En 2003, la suite Microsoft Office tenía una cuota de mercado cercana al 90%, y Windows dominaba de manera similar en 2006. La compañía ha crecido hasta tener más de 80.000 empleados en 102 países y reportó beneficios de 51,12 billones de dólares durante el año 2007.
La fundación de Microsoft no solo es un testimonio del ingenio y la innovación, sino que también es un recordatorio de que las grandes ideas, cuando se ejecutan bien, tienen el potencial de revolucionar industrias enteras. Con casi 50 años de existencia, Microsoft sigue siendo un líder en el sector tecnológico, impulsando avances y estableciendo estándares que definen la era digital actual.
