La historia de los videojuegos está llena de giros inesperados y decisiones que alteran el curso de la industria. Uno de los más fascinantes es el caso de Demon’s Souls, el precursor de la aclamada serie Souls de FromSoftware. Aunque hoy es considerado un clásico y el punto de partida de un género, su camino hacia el éxito no fue fácil, y la desconfianza inicial de Sony hacia el proyecto llevó a FromSoftware a buscar nuevos aliados, dando como resultado el nacimiento de Dark Souls. Esta es la historia de cómo un «fracaso» inicial se convirtió en el catalizador de un fenómeno global.
El Desinterés Inicial de Sony y el Rescate de Atlus y Bandai Namco
Demon’s Souls, desarrollado por FromSoftware en colaboración con Sony Japan Studio, fue concebido como un juego desafiante y oscuro. Sin embargo, Sony no compartía la visión del estudio sobre el potencial global del título. Las primeras impresiones, marcadas por la extrema dificultad y las negativas reacciones en las pruebas de juego, llevaron a Sony a declinar su publicación en Occidente. Este rechazo, aunque doloroso, abrió una puerta inesperada. Atlus en Norteamérica y Bandai Namco en Europa, viendo el potencial donde Sony no lo vio, decidieron arriesgarse y publicar Demon’s Souls. El resto, como dicen, es historia.
La Desilusión de FromSoftware y el Nacimiento de Dark Souls
El éxito inesperado de Demon’s Souls fuera de Japón demostró que Sony se había equivocado. Sin embargo, el daño ya estaba hecho. Shuhei Yoshida, ex presidente de SIE, reveló en el podcast Sacred Symbols que FromSoftware se sintió profundamente decepcionado por cómo Sony había manejado Demon’s Souls. Cuando Sony quiso trabajar en una secuela, FromSoftware rechazó la oferta y optó por asociarse con Bandai Namco. De esta colaboración surgió Dark Souls, un juego que no solo continuó el legado de Demon’s Souls, sino que lo catapultó a nuevas alturas de popularidad, definiendo un género y cautivando a millones de jugadores en todo el mundo.
Bloodborne: Una Segunda Oportunidad para Sony y FromSoftware
A pesar del desencuentro inicial, la relación entre Sony y FromSoftware no estaba destinada a terminar. Años después, ambas compañías volvieron a colaborar en Bloodborne, un exclusivo de PlayStation 4 que se convirtió en otro éxito de crítica y ventas. Yoshida expresó su satisfacción por haber podido trabajar nuevamente con FromSoftware y Miyazaki, reconociendo el valor de su visión creativa. Bloodborne se unió al catálogo de juegos aclamados de FromSoftware, demostrando que las segundas oportunidades pueden ser fructificar en grandes proyectos.
La historia de Demon’s Souls es una lección sobre la importancia de la visión y la confianza en el talento creativo. El error de Sony al subestimar el potencial del juego sirvió como catalizador para la creación de Dark Souls, un título que definió un género y se convirtió en un fenómeno cultural. Aunque Sony lamentó su decisión inicial, supo rectificar y volver a colaborar con FromSoftware, dando como resultado Bloodborne. La historia de Demon’s Souls nos recuerda que incluso los «fracasos» pueden ser el punto de partida de grandes éxitos, y que la perseverancia y la confianza en la propia visión son fundamentales en la industria del videojuego.
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