
¿Sabías que Nintendo intentó patentar uno de los inventos de Shigeru Miyamoto incluso antes de contratarlo? Suena increíble, pero es cierto. Hoy en día, el nombre de Miyamoto es sinónimo de Nintendo, con creaciones icónicas como Mario, Donkey Kong y The Legend of Zelda. Pero, en un tiempo no tan lejano, Miyamoto era solo un joven recién graduado buscando trabajo. Lo que pasó durante su entrevista con Nintendo es una historia que vale la pena contar.

Un joven soñador con ideas innovadoras
Shigeru Miyamoto se graduó en diseño industrial con la intención de dedicarse a crear electrodomésticos o juguetes para niños. En los años 70, Nintendo todavía no era la gigante de los videojuegos que conocemos hoy. En aquel entonces, la compañía japonesa se dedicaba principalmente a fabricar juguetes, juegos de mesa y cartas hanafuda.
Por esa época, Miyamoto tenía un contacto familiar que lo ayudó a conseguir una entrevista en Nintendo con Hiroshi Yamauchi, el entonces presidente de la compañía. ¿Qué llevó Miyamoto a esa entrevista? Un portafolio con algunos de sus proyectos universitarios, incluyendo un peculiar colgador infantil que luego se convertiría en protagonista de esta historia.

Durante la entrevista, Yamauchi fue muy claro. Le dijo a Miyamoto: “Quiero que sepas que no te estamos contratando por la recomendación que recibimos, sino porque creemos en tu talento”. Sin embargo, Miyamoto se llevaría una sorpresa tras su contratación.
Entre los objetos que Miyamoto presentó durante su entrevista, había un colgador con caras de animales y un mango ajustable pensado para que los niños pequeños pudieran usarlo fácilmente. También mostró un balancín con columpio incorporado, ideas que destacaban por su enfoque práctico y creativo.
Lo curioso es que, tiempo después de empezar a trabajar en Nintendo, Miyamoto descubrió que la empresa había solicitado una patente para su diseño del colgador. “Me di cuenta de que habían registrado la patente sin que yo tuviera que pagar por ella, así que, al final, todo estuvo bien. Pensé: ‘Vaya, esta es una empresa astuta’”, contó Miyamoto en una entrevista de 2000 publicada en el libro japonés Game Maestro.
La actitud de Nintendo en este caso es un ejemplo claro del pragmatismo que caracterizaba a la compañía bajo el liderazgo de Yamauchi. Según Henk Rogers, cofundador de The Tetris Company, Yamauchi era un hombre implacable. “Si alguien lo contradijera en una reunión, lo despedía en el acto”, dijo Rogers en una entrevista.

Aunque hoy en día sería impensable que una empresa intentara patentar el invento de un candidato sin que este protestara, Miyamoto lo tomó con buen humor. Para él, Nintendo era una empresa que le permitía explorar sus ideas libremente, y consideraba a la compañía como un benefactor que le dio la oportunidad de hacer lo que más le apasionaba.
¿Qué habría pasado si Miyamoto no hubiese entrado a Nintendo?
Es intrigante imaginar un mundo donde Miyamoto no se hubiera unido a Nintendo. ¿Habría existido Mario? ¿Qué sería de la industria de los videojuegos sin títulos como Donkey Kong o Zelda? La historia nos muestra que a veces, las oportunidades surgen de las situaciones más inesperadas.
Hoy, Shigeru Miyamoto es una leyenda viva en la industria. Pero su historia nos recuerda que, en algún momento, fue solo un joven con sueños grandes y un portafolio lleno de ideas. Y fue ese encuentro casual con Nintendo lo que cambió la historia de los videojuegos para siempre.
La entrada de Miyamoto a Nintendo está llena de anécdotas curiosas y lecciones sobre cómo las oportunidades pueden presentarse de formas inesperadas. Esta historia refleja cómo una empresa con visión pragmática y un joven creativo pueden cambiar el curso de una industria completa. Gracias a esa entrevista y al ingenio de Miyamoto, hoy disfrutamos de algunos de los juegos más icónicos de la historia. Para enterarte de todo sobre el mundo de los videojuegos descarga la app de VideoGaming 3D en Android.
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